Los muñecos son un clásico del cine de terror. Estas figuras aparentemente inanimadas resultan tremendamente inquietantes y a todos en algún momento nos han generado pesadillas.
El miedo irracional de que en cualquier momento puedan cobrar vida, se mueve en la frontera entre lo terrorífico y lo absurdo. De hecho, ¿quien no ha tenido algún muñeco en algún rincón y en las sombras de la noche le ha parecido que se movía? ¿E incluso se le ha helado la sangre al sentirse observado por sus escalofriantes ojos carentes de vida?
El cine de terror se ha valido de ellos para brindarnos multitud de historias, desde las más ingenuas e inocentes, hasta las más demenciales.
Al asociar terror con muñecos, quien más quien menos, le viene a la mente nuestro pequeño amigo pelirrojo, con su peto vaquero, su jersey de rayas de colores, sus ojos azules saltones y esa vocecita aterciopelada que nos dice “Hola, soy Chucky y seré tu amigo hasta el final”.
Dejando puntualmente a un lado a este maquiavélico muñeco que nos hizo mirar a nuestros juguetes de otra manera, lo que sí puedo afirmar con certeza, es que si hay una clase de muñeco perturbador que realmente da mal rollo, es sin duda el muñeco de ventrílocuo. Buen ejemplo de ello son «El muñeco diabólico» («Devil doll», 1964), «Magic» (1978), «El secreto de Joey» (1985) y «Silencio desde el mal» (2007). Sin embargo para ser justos deberíamos remontarnos a «Al morir la noche» («Dead of night», 1945), una británica antología de cuentos de terror que ya incluía en un segmento a un ventrílocuo totalmente dominado por la personalidad de su muñeco. Además, los muñecos de ventrílocuo son protagonistas de algunos de los mejores capítulos de las míticas series televisivas «La dimensión desconocida», «Alfred Hitchcock presenta» y «Historias para no dormir».
Hace medio siglo, en un tiempo en que la televisión aun era en blanco y negro, las «Historias para no dormir» de Chicho Ibáñez Serrador, llenaron de terror los hogares españoles. Obviamente la sociedad ha cambiado y lo que antes daba miedo ahora puede llegar a resultar ridículo.
Ahora han resucitado la mítica cabecera y han dado un lavado de cara a algunas de las historias clásicas de Chicho.
«Freddy», «El asfalto», «La broma» y «El doble» han sido las cuatro historias elegidas para esta actualización, aunque no todas cumplen con las expectativas creadas. Es irremediable que unas historias sean mejores que otras, pero el publico actual familiarizado con el cine de terror seguramente no se asustará con esta revisión de «Historias para no dormir».
«La broma» y «El doble» son a mi parecer las dos historias más flojas, y me dejaron más bien indiferente. Antes de escribir estas lineas he revisado los episodios originales y por extraño que parezca, las simpáticas historias de los años sesenta eran más impactantes gracias a su siniestro giro final.
El doble (Rodrigo Sorogoyen)
«El doble» es un drama romántico de ciencia-ficción que peca de pretencioso, y no logra impregnar la esencia de la historia original. Encajaría mejor como un capitulo de la sobrevalorada serie «Black mirror».
La broma (Rodrigo Cortés)
En «La broma» el protagonista es un empresario con un retorcido sentido del humor que tiene amargados a todos los que le rodean. Hartos de sus bromas de mal gusto, su mujer y el amante de ella, le han tendido una trampa con intención de asesinarle.
«La broma» empieza de un modo entretenido, pero paradójicamente se hace pesada y deja de tener gracia.
El asfalto (Paula Ortiz)
«El asfalto» es uno de los episodios más recordados de la serie original, interpretado por Narciso Ibáñez Menta, el padre de Chicho. Han pasado muchas décadas y sus entrañables decorados de cartón pintados a mano han quedado algo anacrónicos.
Esta relectura de «El asfalto» nos muestra una sociedad deshumanizada a modo de denuncia social. Nos presenta a un rider de 40 años que al ir a entregar un pedido, su bicicleta se queda pegada al asfalto y poco a poco empieza a hundirse. Será el inicio de una pesadilla que presagia un terrible final.
Se basa en una idea muy simple que entabla una estrecha relación con el mediometraje «La cabina» (1972) de Antonio Mercero con Jose Luis López Vázquez, donde las llamadas de auxilio y desesperación del protagonista solo reciben pasividad e incredulidad de quienes pasan a su lado.
«El asfalto» (de 1966) y «La cabina», tienen en común que ambas situaciones surrealistas les ocurren a ciudadanos anónimos sin profundizar en quienes son. Eso las hace más cercanas e inquietantes, pues sentimos con desasosiego que nos podría ocurrir a cualquiera de nosotros.
Freddy (Paco Plaza)
Finalmente, el capítulo que me parece más interesante de esta nueva remesa es el de «Freddy», ya que en vez de limitarse a hacer un remake adaptado a los tiempos modernos, juega con la metanarración ubicando esta historia en el rodaje del episodio en cuestión. Trata sobre un ventrílocuo que por consejo del propio Chicho Ibáñez Serrador, establece una intensa relación con su muñeco que le ayuda a deshacerse de sus inseguridades. Esto coincide con un conjunto de truculentos sucesos que llevan el rodaje a un punto sin retorno.
Este enfoque le da un gran dinamismo a la historia. Es una lastima que no se use el personaje de Chicho como hilo conductor entre las distintas «Historias para no dormir». Le habría dado esa chispa que le falta a esta serie.
Ahora es el momento de volver la vista atrás y regresar a lo que hablábamos al inicio del articulo. ¿Os acordáis de ese adorable muñeco que nos prometió que sería nuestro amigo hasta el final? ¡Pues ha regresado con ganas de jugar! Pronto volveréis a oír a sus diminutos pies correteando por los pasillos de vuestra casa.
Con siete películas a sus espaldas, el muñeco poseído por el asesino en serie Charles Lee Ray, esta dispuesto a volver a hacer de las suyas, pero esta vez con su propia serie televisiva.
La serie «Chucky» continua de «Cult of Chucky», película que pudimos disfrutar de madrugada en una de las maratones del Festival de Sitges 2017, pero para poder disfrutarla no es necesario tener conocimientos previos ni estar al día de la saga.
La trama tiene lugar en una pequeña ciudad donde vive un adolescente que sufre bullying por su afición de crear arte con trozos de muñecos. Un dia se encuentra en un mercadillo a nuestro pequeño amigo pelirrojo y lo compra para usarlo en una de sus obras de arte.
Uno de los grandes aciertos de la serie es que combina el terror con el drama, tratando temas tan actuales como el bullying y la homofobia, sin dejar atrás el humor negro que le caracteriza. El primer episodio me ha dejado muy buen sabor de boca, promete un arco dramático con buenos asesinatos servidos de sangre y vísceras.
El capitulo piloto de la serie tenia que ser presentado en el festival de Sitges por su creador Don Mancini, pero no pudo venir y en su lugar la presentó la actriz Fiona Dourif, quien encarna a Nica en «La maldición de Chucky» (2013) y «Cult of Chucky» (2017). Ella además es la hija de Brad Dourif, el actor que pone la voz al muñeco diabólico desde su inicio en 1988.
Fiona expresó gran admiración hacia Don Mancini y señaló: “Para mí, Chucky es mi tío. No es como de mi familia, es que es parte de mi familia”.
Señaló: “ Recuerdo perfectamente la primera vez que conocí algo de la saga”, comentó: “Fui a un estudio de grabación y mi padre estaba encerrado en una cabina, gritando como si le quemaran vivo. Salí disparada y me tuvieron que ir a buscar porque me escondí de puro miedo”.
Nos explicó que su personaje que interpretó en las dos ultimas entregas, se introducirá a partir del episodio cuarto y que le dará un giro interesante a la serie. Conforme esta avance aparecerán algunos personajes de la saga que han estado traumatizados durante décadas por el muñeco. A lo largo de los capítulos profundizaremos en el carácter de Chucky, descubriendo sus inicios.
A lo largo del turno de preguntas alguien tuvo la ocurrencia de sacar el tema de que Chucky sigue siendo una marioneta en una época en que todo se crea de modo digital. Ella sorprendida respondió: “Por favor, eso es fundamental”, “El de la serie se asemeja mucho al de la segunda parte de manera intencionada. En este momento, lo clásico, lo de los ochenta, mola». Además añadió: «como fan no puedo concebir un Chucky creado digitalmente y superpuesto en postproducción”.
Si os apetece ver estas series: Las «Historias para no dormir» las tenéis disponibles en la plataforma Prime Video y más adelante en TVE; Para poder ver a “Chucky” aun tendremos que esperar hasta enero que se estrenará en la cadena SYFY.