El mes de abril es testigo del Festival Internacional de Cine de Barcelona-Sant Jordi (más conocido como el BCN Film Fest) que este año ha cumplido su sexta edición consolidándose así como una de las citas de la agenda cinematográfica de la ciudad.
En los últimos años el certamen ha ido creciendo poco a poco, así que saqué un hueco en la agenda para asistir por primera vez, y poder hablaros de él.
El BCN Film Fest es un festival de cine fiel al espíritu cultural de la Diada Sant Jordi, con una programación que gira en torno del eje temático literatura, historia y arte, centrándose especialmente en adaptaciones de obras literarias y teatrales.
¡Ah! Sant Jordi… La gente paseando bajo la lluvia con sus rosas y sus libros pasados por agua… Qué mejor sitio que una sala de cine para refugiarse de la tormenta y el granizo.
A continuación, os hablaré de varios de los títulos a los que pude asistir durante esos nueve días en su sede en los Cines Verdi del barrio de Gràcia.
Contenidos
Espejo, espejo (España) de Marc Crehuet
El festival se inauguró con «Espejo, espejo», una comedia ácida que juega de un modo original con la crisis de identidad, donde sus personajes establecen diálogos y discusiones con sus propios reflejos. ¿Qué pasaría si tu reflejo no hace aquello que se supone que tiene que hacer?
«Espejo, espejo» es la segunda incursión en el cine de Marc Crehuet, tras la exitosa «El rey tuerto» (2016). Nos presenta a un grupo de empleados de una empresa de cosméticos que se preparan para la celebración del 50º aniversario de la compañía. El reparto, plagado de rostros conocidos, incluye a Malena Alterio, Santi Millán, Natalia de Molina y Carlos Areces, entre otros. La verdad es que esta ingeniosa crítica social funciona muy bien.
Amor de madre (España) de Paco Caballero
«Amor de madre» es puro entretenimiento. Protagonizada por Carmen Machi y Quim Gutierrez como madre e hijo, narra la historia de un novio al que dejan plantado en el altar y su madre decide acompañarle en su luna de miel para no perder el dinero después de haber gastado todos sus ahorros en la boda.
Forzados a fingir que son una pareja de recién casados para conservar la suite del hotel, el hijo se sentirá cada vez más frustrado y humillado, mientras la madre emocionada disfrutará como nunca del viaje de sus sueños. A la vez es un relato de autodescubrimiento en el que acabarán por reforzar su relación madre e hijo.
Esta ligera comedia de enredos tiene un guión muy previsible, pero la química entre esta madre superprotectora y su neurótico hijo provocarán sin duda más de una sonrisa. Ya la podéis disfrutar en Netflix.
Todos lo hacen (España) de Martín Cuervo
«Todos lo hacen» es una efectiva comedia negra con envoltorio de thriller, que cumple con su cometido de arrancarnos unas risas si no le exigimos demasiado. Junta a cuatro parejas que reciben una misteriosa invitación para pasar un fin de semana en el hotel rural donde celebraron sus bodas. Al día siguiente aparece un muerto al más puro estilo Agatha Christie y sus «Diez negritos» . Salvando las distancias, está a medio camino entre «Puñales por la espalda» (2019) y la disparatada «Un cadáver a los postres» (1976), pero llevada al terreno de la comedia española. Luce un reparto de personajes excéntricos entre quienes se encuentran Macarena Gómez, Salva Reina, Toni Acosta, Julián López, Andrea Duro, Kira Miró, Carlos Santos, Mariam Hernández, Víctor Palmero y Pablo Carbonell.
Es entretenido intentar descubrir quién ha sido el culpable mientras te vas riendo, aunque algunos de los gags son excesivamente flojos y repetitivos. Las risas están aseguradas, pero se echa en falta un desenlace más ingenioso. Como curiosidad, el director aparece en la película interpretando al forense.
Maigret (Francia) de Patrice Leconte
Estamos ante una espléndida adaptación de «Maigret y la joven muerta» del escritor belga de novela negra Georges Simenon. Se trata de uno de los casos de este carismático comisario parisino a medio camino entre Hercules Poirot y Sherlock Holmes.
Nos situamos en París, en la década de los cincuenta. El comisario Jules Maigret, al que da vida Gérad Depardieu, trata de desentrañar un crimen que tiene como víctima a una elegante joven que ha aparecido apuñalada en mitad de la noche. Su identidad es una incógnita, lo que despierta en el policía el doloroso recuerdo de su hija muerta.
Este thriller policiaco de tono melancólico e intimista, nos propone una intriga simple y sin excesos, en la que destaca la audacia y la humanidad del personaje. Dirigido con elegancia, mantiene la intriga y el interés hasta el final.
La maniobra de la tortuga (España) de Juan Miguel del Castillo
El director andaluz Juan Miguel del Castillo vuelve a formar tándem con la actriz Natalia de Molina tras el éxito de su ópera prima «Techo y comida» (2015), que de una manera sincera nos mostraba la lucha de una joven madre por salir adelante en medio de la miseria. En esta ocasión hace una libre adaptación de «La maniobra de la tortuga» , una novela negra escrita por Benito Olmo, que más allá de un thriller policiaco es un drama social ambientado en Cádiz.
En esencia «La maniobra de la tortuga» trata sobre dos almas heridas que entrecruzan sus destinos. Por un lado, un inspector de policía atormentado por sus demonios que sin quererlo se ve inmerso en la investigación de una adolescente asesinada. Por el otro, su vecina, una joven enfermera que vive angustiada por el acoso al que le somete su expareja.
Es una película cruda, con una atmósfera turbia y malsana, que pone énfasis en la vulnerabilidad y el sufrimiento de las mujeres víctimas de la violencia de género. Es una propuesta interesante, sin embargo este drama social no acaba de cuajar.
Nosaltres no ens matarem amb pistoles (España) de María Ripoll
«Nosaltres no ens matarem amb pistoles» gira alrededor de un grupo de amigos treintañeros que se reúnen en el pueblo para hacer una paella después de años sin verse. Lo que debería ser un feliz reencuentro destapará secretos, reproches y tensiones entre ellos.
La ultima película de la directora María Ripoll («Ahora o nunca» 2015, «No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas» 2016) es un retrato de una generación que siente que la juventud se le escapa. Ácida y tierna, trata sobre la juventud perdida y el desencanto de una generación que no ha visto cumplir sus sueños. Una generación que creía que iba a comerse el mundo y descubre con amargura la cruda realidad.
He de reconocer que no esperaba gran cosa de «Nosaltres no ens matarem amb pistoles» , sin embargo, me ha sorprendido gratamente.
El fred que crema (Andorra) de Santi Trullenque
«El fred que crema» es un frío y crudo drama rural que nos sitúa en el invierno del año 1943, en un pequeño pueblo montañoso de Andorra en plena Segunda Guerra Mundial. Una familia de judíos, que huye de la persecución nazi, llega a un pequeño pueblo aislado por la nieve de los Pirineos trastocando la vida de sus vecinos, especialmente la de un joven matrimonio que espera su primer hijo. El malestar que les provocará verse forzados a dar refugio a unos desconocidos y el temor de ser descubiertos agitará secretos familiares con duras consecuencias.
La gran interpretación de la pareja formada por Greta Fernández y Roger Casamajor hace que nos involucremos emocionalmente en la trama.
Todo el mundo odia a Johan (Noruega) de Hallvar Witzo
«Todo el mundo odia a Johan» es una explosiva y conmovedora comedia romántica de humor negro que narra la vida de un excéntrico y solitario habitante de una pequeña aldea de los Fiordos Noruegos. Empieza mostrándonos a los padres de Johan cuando él apenas tiene un año; son comunistas y les fascina hacer estallar cosas con dinamita, por lo que son detestados en el pueblo. El destino hará que la tragedia rodeé la vida de Johan, una y otra vez. Siendo un niño contempla como sus padres explotan por accidente dejándolo huérfano. Años más tarde, intentará conquistar el corazón de la chica que le gusta, la cual hizo volar por los aires en su juventud. Johan sueña con formar una familia, pero no es fácil cuando te encanta hacer estallar las cosas y todo el mundo te odia.
Esta peculiar rareza es una de las propuestas más frescas e interesantes de esta sexta edición del festival. No solo sorprende por su originalidad, sino por el ingenuo modo de afrontar la vida con una sonrisa.
Red Rocket (Estados Unidos) de Sean Baker
El director y guionista Sean Baker («The Florida Project» 2017) vuelve a ofrecernos una visión cruda y realista del llamado sueño americano.
Nos narra la historia de Mikey Saber, una estrella del porno venida a menos que regresa a su ciudad natal a las afueras de Texas. Sin dinero, sin trabajo y sin ningún tipo de vergüenza, se instala en la casa de su exmujer junto a su suegra enferma. Allí nadie le echa de menos y no le será fácil empezar de cero. Aunque pronto Mikey se fijará en una joven dependienta de un establecimiento de donuts a la que imaginará una lucrativa carrera en el cine para adultos. Haciendo gala de su seductora capacidad de convicción, intentará camelar a la adolescente para que se enamore de él y usarla para volver a la industria del porno.
Con un humor acido y agridulce, «Red Rocket» nos pone en una situación muy difícil, nos hace sonreír y empatizar con alguien que no se merece ninguna simpatía. Mikey es un embaucador, un miserable manipulador, un caradura a la conquista del éxito a cualquier precio. Miente más que habla y destroza la vida de todos aquellos que caen en su red de engaños. Pero paradójicamente caemos ante los encantos de este perdedor por naturaleza que todo lo que toca lo destruye. El retrato de este narcisista egoísta, incapaz de mirar más allá de su ombligo, ha sido sin duda, una de las mejores películas del festival.
La piel en llamas (España) de David Martín Porras
Un fotoperiodista de guerra que consiguió fama internacional por capturar la imagen de una niña volando por los aires, como consecuencia de la explosión de una bomba, regresa veinte años después al país donde tomó la célebre fotografía para recoger un premio. La película transcurre en la habitación de un hotel donde el reconocido fotoperiodista es entrevistado por una periodista local que no esta de acuerdo con que le entreguen este premio y quiere matarle. Ambos se pasan la película debatiendo y cuestionando las consecuencias de las guerras, el tratamiento mediático que se hace de ellas y si son moralmente aceptables las fotografías icónicas tomadas en ese contexto.
«La piel en llamas» es una película dramática con grandes momentos de lucidez que nos hace reflexionar sobre cuáles son los límites éticos del periodismo. No obstante, es más atrayente por lo qué cuenta que por cómo lo cuenta. El espectador nunca pierde de vista que la película está basada en una obra de teatro. Su estructura está centrada esencialmente en un tipo de diálogos que funcionan muy bien sobre el escenario, pero resultan poco creíbles en el cine.
Pig (Estados Unidos) de Michael Sarnoski
El festival concluyó con «Pig», la emotiva opera prima de Michael Sarnoski, protagonizada por Nicolas Cage.
La historia se centra en un recolector de trufas que lleva una vida ermitaña y solitaria, aislado en una cabaña en medio del bosque. Su única compañía es su mascota, una cerdita trufera. Una noche un par de extraños irrumpen violentamente en su cabaña, le golpean y se llevan a su apreciada cerdita. A partir de aquí, su único propósito es recuperarla, pues ella es lo único que da sentido a su vida.
Este drama existencialista, lleno de poesía y profundidad, te descoloca y te atrapa desde el primer momento. A medida que la trama avanza, nos revela cuatro pinceladas del pasado de este hombre desolado que se aferra como puede a lo único que tiene. Cocinado a fuego lento, «Pig» es un desgarrador drama sobre la soledad, la pérdida y el amor, al mismo tiempo que una dura crítica al mundo de la alta gastronomía. Una pequeña joya enigmática, melancólica y reflexiva, que va descubriendo sus ingredientes poco a poco, y que por momentos se puede comparar con el exquisito sabor de una trufa.
Esta sexta edición del festival tenía como aliciente la presencia de Oliver Stone, que tres décadas después de su mítica película «JFK: Caso abierto» (1991), vino a presentar el documental «JFK: Caso revisado» . El director estadounidense ha vuelto a las andadas y una vez más insiste en su obsesión por esclarecer quién estuvo detrás del asesinato del presidente Kennedy.
Me quedé sin entradas para esta proyección conspiranoica. Sin embargo pude acceder al coloquio posterior con el público, donde en esencia hizo algunas controvertidas reflexiones sobre la situación geopolítica actual. A pesar de su voluntad didáctica, «JFK: Caso revisado» , con su nuevo material desclasificado, no es una propuesta que me atraiga excesivamente. Puestos a hacer segundas partes, de su trayectoria habría elegido esa obra maestra que es «Asesinos natos» (1994). En fin, pensamientos que le asaltan a uno.
El BCN Film Fest también le dedicó un homenaje al productor británico Jeremy Thomas, cuya carrera se ha basado en apoyar a directores con proyectos transgresores como Bernardo Bertolucci, David Cronenberg, Takashi Miike o Jim Jarmusch.
Como os podéis figurar yo me decanté por David Cronenberg y aproveché la ocasión para ver en pantalla grande la inclasificable «El almuerzo al desnudo» (1991). El director de «Videodrome» (1983) nos sumerge en un perturbador viaje alucinógeno a las obsesiones literarias, mezclando de modo inquietante literatura, drogas e insectos y por supuesto la nueva carne. Enfermiza e insana, está claro que no es una película para todos los públicos.
Pero esto no es todo. En actividades paralelas del certamen, se presentaron algunos libros y se proyectaron las primeras imágenes de las películas “Girasoles Silvestres” y “Modelo 77”.
Por cierto, de «Modelo 77» ya os hablé hace algunos meses, cuando me infiltré entre los convictos encerrados en la Modelo, para ser testigo in situ de cómo se gestó la gran fuga de este recinto penitenciario.
Para finalizar la crónica, no quiero dejar de recomendaros una película que en general pasó muy desapercibida y creó que se merece una mención especial.
Mr. Wain (Reino Unido) de Will Sharpe
«Mr. Wain» («The electrical life of Louis Wain» ) es uno de los relatos más fascinantes que se han creado sobre la vida de un artista plástico. Benedict Cumberbatch se pone en la piel del excéntrico artista e inventor británico Louis Wain, que pasó a la historia por sus entrañables ilustraciones de gatos antropomórficos, popularizándolos como mascotas. Hemos de tener en cuenta que en el siglo XIX los gatos eran callejeros y por mucha gente eran percibidos como animales maléficos.
La vida de este peculiar artista con una habilidad extraordinaria está marcada por dos acontecimientos: conocer a Emily, la nueva institutriz de sus hermanas pequeñas, de quien se enamora instantáneamente; y adoptar a Peter, un gato callejero que la pareja se encontró maullando bajo la lluvia y que inspirará su arte gatuno.
Esta conmovedora película biográfica está dotada de una enorme sensibilidad, donde la comedia y la tragedia se dan la mano, llevándonos a profundizar en la mente esquizofrénica de un genio. La película se aleja del biopic convencional, demostrando que estos no tienen por que ser aburridos.
Es una película imprescindible para los amantes de los gatos. Si tenéis ocasión de verla no la dejéis escapar.
Muy completo e interesante articulo. Gracias