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STAR TREK (2009) Regreso a la Frontera Final

Star Trek - 2009

 

En sus más de 40 años de historia, la cual ha impactado en varias generaciones, “Star Trek” se ha labrado un estatus icónico en la moderna cultura pop como la única historia en curso que resume todo el miedo, el asombro y la audaz valentía del deseo humano de llegar hasta las estrellas. Con las inolvidables palabras del principio de la serie original de televisión de los años sesenta, “El espacio, la frontera final…”, se emprendieron una serie de viajes por el cosmos que celebraban, y aún lo siguen haciendo, la emoción de la aventura, el espíritu pionero de exploración y la voluntad de crear un futuro cada vez más asombroso y lleno de posibilidades.

Los valientes y provocativos viajes de la Nave Espacial Enterprise, y de las muchas naves que pronto seguirían sus pasos, han seducido al soñador estelar que todos llevamos dentro, y dado alas a nuestra esperanza en que los avances tecnológicos y culturales sacarán a relucir lo mejor de nuestra humanidad. La serie original de televisión no tuvo un gran éxito cuando se emitió, pero después se extendió como un reguero de pólvora entre las legiones cada vez más numerosas de fans que respondieron a sus irresistiblemente divertidos, carismáticos y polémicos personajes y a su misión de cinco años para asociarse amistosamente con nuevos mundos y culturas.

Pero, ¿cómo comenzó esa misión? ¿Qué unió a este variopinto grupo de desenfadados, brillantes y ambiciosos jóvenes y les llevó a explorar nuevas fronteras? ¿Y cómo forjaron esa química especial y esa sensación de objetivo común que inspiraría tantos fantásticos descubrimientos y aventuras en los años e incluso siglos siguientes?

 

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Para el director J.J. Abrams, volver al principio después de seis series de televisión y diez largometrajes era la única manera de forjar el futuro. Su visión era empezar literalmente desde el principio, comenzando con James T. Kirk y su futuro primer oficial, el ascenso del vulcaniano Spock en la Academia de la Flota Estelar, y su extraordinario primer viaje juntos.

Abrams entró en el proyecto con un gran respeto por Gene Roddenberry y por todo lo que “Star Trek” había conseguido al crear un mito arquetípico moderno y un fenómeno de culto. No obstante, también quería llevar la historia hasta donde no había llegado nunca: hacer una película épica de acción con la más moderna tecnología, acerca de dos heroicos líderes cuando eran unos jóvenes en formación.

“Yo era fan de la serie original, aunque nunca fui un trekkie”, dice Abrams. “Sin embargo, me parecía que había algo que aún no se había hecho con ‘Star Trek.’ Ha habido diez películas, pero ésta es la primera vez que en una película se cuenta la historia primordial y fundamental que Gene Roddenberry escribió en 1966”.

Abrams continúa: “Lo que espero de verdad con esta película es que, aunque nunca antes se haya visto nada de ‘Star Trek’, se disfrute de verdad con esta aventura cómica, romántica y llena de suspense, pero que también hace honor al mundo brillante y duradero que creó Gene Roddenberry. Lo más brillante que ‘Star Trek’ aportó al mundo fue una dosis de optimismo, y espero que esta película continúe con esa tradición”.

Mientras que mucha gente se esperaba un reinicio total por parte de Abrams, a él le ilusionó ir en una dirección inesperada, retrocediendo, por así decirlo, hasta el lanzamiento de la nave Enterprise en el siglo XXIII, algo nunca visto antes.

Cuando le llevó la idea de una “historia del origen de “’Star Trek’” al productor Damon Lindelof, con quien Abrams (en unión también de Jeffrey Lieber) creó el fenómeno televisivo contemporáneo “Perdidos”, el productor se sintió atraído al instante por la idea.

Lindelof explica: “Para mí, era genial la idea de que nadie hubiera contado la historia del origen de Kirk y Spock y de todos esos personajes. Tuvimos una larga conversación acerca de cómo se podría haber reunido ese grupo de gente y aprendido a sacrificar ciertos aspectos de su personalidad para salir adelante. Fue muy divertido y, en un abrir y cerrar de ojos, Bob Orci y Alex Kurtzman estaban escribiendo un guión”. Fan de “Star Trek” desde la infancia, Lindelof cree que las premisas y los personajes de la historia continúan siendo relevantes después de tanto tiempo porque captan algo esencial del mito del viaje espacial: su puro optimismo.

“La mayoría de las historias sobre el futuro lejano que vemos ahora son lóbregas, deprimentes y pesimistas. Lo increíble de la serie inicial de televisión de ‘Star Trek’ es que era muy energética, optimista y genial. Presentaba el futuro de la forma en que nos gustaría creer que iba a suceder. Es un futuro que constituye un objetivo”. Ese concepto, según él, hacía muy buena pareja con el estilo exuberante de narrativa de Abrams, centrada en la acción y los personajes. “J.J. le aporta innovación a todo lo que hace, y además aporta una capacidad para pergeñar una historia hasta en sus elementos más humanos, y transformar retos de producción extremadamente complicados en algo que atrajese a la gente, y hacía falta todo eso para regresar al principio de ‘Star Trek’ con la tecnología cinematográfica actual”, dice Lindelof.

El productor Bryan Burk, quien también colaboró con Abrams en “Perdidos”, Alias” y “Cloverfield”, añade: “Imaginábamos este ‘Star Trek’ como una aventura verdaderamente grande acerca de dos hombres muy diferentes cuyo destino no sólo es convertirse en grandes amigos, sino en icónicos guardianes, compañeros y exploradores”.

El productor ejecutivo Jeffrey Chernov, que supervisó la cadena de producción, concluye: “La película se convirtió para mí no sólo en una mirada fresca sobre el universo ‘Star Trek’, sino en una especie de mezcla entre ‘Elegidos para la gloria’ y la película original de ‘La guerra de las galaxias’. Tiene esa narrativa fresca, imaginativa e intergaláctica, pero también se basa mucho en el concepto de unos hombres y mujeres jóvenes con mucho corazón y camaradería. Cuando a eso se le añade la maestría de J.J. para la acción y su gusto por la panorámica, se consigue algo muy divertido y entretenido”.

Star Trek - 2009

Dentro de Trek: el guión

Los personajes de Star Trek”, sobre todo el capitán James T. Kirk y su leal pero polémico primer oficial Spock, están entre los personajes más inmediatamente reconocibles creados en el siglo XX. Pero J.J. Abrams necesitaba escritores que pudieran tomar a esas personalidades bien definidas y darles marcha atrás, para volver a lo que forjó sus esperanzas, sueños y motivaciones al principio. Para conseguirlo, Abrams recurrió a un equipo que él sabía que podría acometer la historia con un estilo de acción con mucha intensidad y suspense, y con una auténtica fidelidad a ese legado: Roberto Orci y Alex Kurtzman, cuya colaboración ha producido guiones memorables para películas como “Transformers”, “Misión: Imposible III” y la actual serie de FOX “Fringe”.

Orci, en concreto, ha sentido pasión toda su vida por todo el mundo de Star Trek. “Cuando conocí a Bob en el instituto, una de las primeras cosas suyas que recuerdo es que tenía un teléfono del Enterprise, ¡y el puente sonaba como un timbre de verdad!”, dice Kurtzman riendo. Y sin embargo, cuando les propusieron lo de “Star Trek”, ambos admiten que no se lanzaron inmediatamente. “Nos lo pensamos porque sabíamos que iba a ser una tremenda responsabilidad”, explica Kurtzman. “Todo el universo Trek estaba como en una especie de encrucijada en ese momento, y sabíamos que haría falta pensar mucho para conseguir atraer a la siguiente generación.

Los retos eran un poco amedrentadores. Pero cuando a uno le da miedo hacer algo, creo que al mismo tiempo siente que es un desafío personal al que hay que enfrentarse. Tras nuestras vacilaciones iniciales, empezamos a hablar de ello con J.J. y entonces simplemente decidimos unirnos y meternos en ello”.

Lo hicieron con la férrea determinación de continuar con el espíritu de la visión de Gene Roddenberry acerca de un futuro luminoso. La pareja comenzó haciendo una lista de los mayores y más universalmente reconocibles atributos de “Star Trek”. Orci explica: “Esa lista incluía la idea de un grupo de amigos que se unen, la forma en que cada personaje parece cálido, humano y real, el uso de auténtico humor, no de parodia ni ironía, que surge de las situaciones reales, y además una historia que hace pensar y que es auténtica ciencia-ficción, no una fantasía imposible, sino una visión del futuro que podemos llegar a alcanzar los humanos”. Kurtzman continúa: “Había también algo que queríamos captar y que es muy específico de Star Trek’: hombres y mujeres respondiendo al desafío de quiénes son como personas, por el método de enfrentarse a lo que parecen ser problemas irresolubles.

 

Parte de lo irresistiblemente divertido de la Serie Original era ver cómo esas personalidades increíblemente inteligentes e intrigantes trabajan juntas y llegan a dar lo mejor de sí mismos. Nos pareció que, si podíamos tomar ese espíritu y darle unos nuevos cimientos, se podría hacer avanzar la herencia de ‘Star Trek’ con esta película”. Partiendo de esa base, Orci y Kurtzman estaban entusiasmados por la ocasión de hacer cosas nuevas: imaginar la juventud, nunca antes vista, de Kirk (Chris Pine) y Spock (Zachary Quinto), y su conversión en amigos y líderes, y elaborar la primera misión de la nave Enterprise.

Explorar cómo eran Kirk y Spock de adolescentes ayudó a los escritores a llegar hasta la raíz de lo que los ha hecho tan consistentemente atractivos: la idea de dos hombres completamente opuestos encajando firmemente y embarcándose en una peligrosa misión de un modo en el que ninguno de los dos podría haberlo hecho por separado. Dice Kurtzman: “”Era realmente fascinante pensar en el joven Spock, que está literalmente desgarrado entre el mundo humano y el vulcaniano y que, como cualquier niño, intenta imaginarse cómo puede encajar. Eso hace de él un personaje con el que es sumamente fácil identificarse.

Era igualmente fascinante pensar en el joven Kirk, que creció siendo un rebelde, a lo James Dean, mientras buscaba su identidad. Cuando se conocen en la Academia de la Flota Estelar, no pueden ser más opuestos en el modo en que conciben la vida, pero también reaccionan a los parecidos que ven en el otro.

Una gran parte de este viaje consiste en cómo aprenden a utilizar el uno lo mejor del otro para tomar decisiones de mando que harán que sobreviva la nave Enterprise y el propio universo”. Cuando la nave Enterprise es atacada, los estilos de liderazgo de Kirk y Spock van apareciendo gradualmente.

Orci explica: “La reglas del deber en una nave espacial provienen de una rica historia de reglas navales auténticas. Todo se basa en el código, el honor y la cadena de mando. Y sí, en ese ambiente, Kirk siempre está buscando la ocasión de romper las normas para ganar, mientras que Spock cree en la lógica de atenerse exclusivamente a las órdenes. Ese es el principal motivo de discusión entre ellos, y uno siente claramente que ambos han de tener razón. No nos gustaría que el uno tuviese razón a expensas del otro. Kirk y Spock se enfrentan realmente a un dilema moral, pero llegan a darse cuenta de que solamente encontrando un modo de trabajar juntos podrán progresar de verdad”.

Para J.J. Abrams, éste era uno de los elementos fundamentales que había que captar bien. “En un sentido amplio, quería que la película fuese un viaje de los corazones y las mentes uniéndose. La belleza de Kirk y Spock ha radicado siempre en su relación, pero aquí teníamos la oportunidad de explorar no sólo el aspecto divertido y humorístico de esa tensión, sino también cómo llegaron a convertirse en hermanos de armas. Era ver cómo se vieron inmersos en esa aventura que no sólo les puso a prueba, sino que les vinculó de por vida”.

Las apuestas empiezan a ponerse increíblemente altas para Kirk y Spock a medida que comienzan a entender los propósitos de Nero (Eric Bana), el iracundo y despiadado romulano. Al ser un personaje recién introducido, los escritores emplearon igual cantidad de tiempo en desarrollar a Nero hasta convertirle en un enemigo a la altura de los tripulantes del Enterprise, alguien lleno de trucos, astuto e impredecible.

“En la mejor tradición de los villanos complejos, Nero es alguien que siente genuinamente que le han engañado y cree que tiene un motivo válido para vengarse de la Flota Estelar”, dice Orci. “Sus ansias de destrucción van más allá de la política intergaláctica y son algo profundamente personal. Es terrorífico, pero hay algo en él con lo que uno puede identificarse”.

Para completar el reparto, los realizadores solicitaron a uno de los miembros originales de la tripulación, el legendario Leonard Nimoy. “Nos pareció que tenía que estar en la película a toda costa. Le escribimos uno de los personajes principales sabiendo que podía decir que no y ponernos en un aprieto”, dice Orci. “Y entonces, cuando nos reunimos con él, fue como si nos tocara el gordo. No nos podíamos creer nuestra buena suerte. El mero hecho de contar con su aportación era un auténtico estímulo”.

“Queríamos a Leonard porque deseábamos tener ese enlace con el canon de ‘Star Trek’”, explica el productor Lindelof. “Pero era un gran riesgo acudir a Leonard Nimoy, porque había dicho que nunca volvería a hacer otro «Star Trek». A medida que se adentraban en el meollo de la historia, el profundo conocimiento de Orci de las decenas de volúmenes sobre las tradiciones Trek supuso una gran ventaja. “En lugar de tener que buscar las cosas en un libro, teníamos la libertad de imaginar argumentos geniales y de jugar con ellos sin preocuparnos de si estábamos reflejando bien los detalles”, dice Orci. “Pero, aunque siempre tuvimos muy claro que queríamos escribir una historia que atrajese a todo el mundo, también queríamos satisfacer a los fans de toda la vida y recompensar su fidelidad a la saga.

Para nosotros, era muy importante que incluyese en su propio tejido y estructura todo lo que la había precedido. Hicimos listas de cosas que estábamos seguros que la gente querría ver: un miembro de la tripulación con camiseta roja, una chica verde de Orión, Spock tocando el arpa, la clase de cosas que emocionarían a los fans y gustarían también a la gente que no conocía estas aventuras”.

Siempre que había alguna duda acerca de las reglas de la Flota Estelar o de la historia de alguna raza alienígena, los escritores no dudaban en consultar con las legiones de trekkers que sienten pasión por averiguar las respuestas a esa clase de preguntas. “Los fans han sido los auxiliares de vuelo de esta saga durante las últimas cuatro décadas, y son también de los fans más inteligentes del mundo”, dice Orci. “Así que, si surgía alguna duda, sabíamos que cualquier fan que se preciase conocería la respuesta. Y así era”.

Los escritores se apoyaron además en los conocimientos del investigador Sean Gerace, quien se aseguró de que nada en “Star Trek” entrase en conflicto con el largo futuro de la Flota Estelar ya descrito en las películas y en series como ‘La Nueva Generación’ y ‘Espacio profundo Nueve’.

Gerace se enfrentó a tareas tan inusuales aunque divertidas como redactar un informe detallado sobre la mitología romulana. También vio los 79 episodios de la serie original y todas las películas, tomando notas detalladas de las historias personales y de los matices de cada personalidad. Los realizadores se interesaron especialmente por ‘La ira de Khan’, considerada generalmente como la más estimulante emocionalmente de la serie de largometrajes anteriores.

A medida que Orci y Kurtzman se acercaban a un borrador acabado de “Star Trek”, contaron también con mucho apoyo por parte de Abrams y de los productores, que estaban listos y dispuestos a debatir los matices de los personajes y el desarrollo de la trama en cada giro. “

Trabajar en el guión con Bob y Alex y el equipo de productores fue un cómodo intercambio de ideas”, dice Abrams. “Lo que fue genial era que todos teníamos diferentes grados de experiencia y conocimientos. Bob Orci era un trekker total, que conocía cada detalle y que también sabía si los fans se iban a disgustar si hacíamos tal cosa, mientras que Bryan Burk ni siquiera había visto la serie original y se aproximó a la historia con esa perspectiva.

Eso nos permitía a cada uno de nosotros tener una opinión única en cuanto a lo que iba a funcionar con diferentes públicos. Era como un sistema de equilibrio y contrapeso, así que sentíamos la emoción de unos recién llegados y sin embargo éramos fieles a todo lo que nos había precedido”.

 

Academia para Actores de la Flota Espacial

Una vez establecido el reparto, al igual que sus personajes en la Academia de la Flota Estelar, fueron sometidos a un riguroso entrenamiento para la acción que les esperaba, que abarcaba desde una bronca en un bar hasta persecuciones tan del siglo 23 como hacer paracaidismo galáctico desde vainas espaciales. Esta era una parte fundamental para la visión que tenía J.J. Abrams de una película que espera que transporte a los espectadores hasta una nueva frontera de joviales y épicas aventuras.

Abrams explica: “Quería que en esta ‘Star Trek’ hubiera una energía exuberante que no hubiese antes, con más énfasis en la acción, la aventura y el espectáculo”. Para preparar al equipo para las muchas secuencias emocionantes de la película en planetas alienígenas y naves enemigas, el coordinador de especialistas Joey Box trabajó en su entrenamiento físico. “Fue un placer para mí porque este reparto está lleno de gente joven y atlética y lo aprendían todo muy rápido”, dice Box. “La coreografía les salía de manera natural, y lo que no tenían de experiencia con la acción lo compensaban con su entusiasmo y su amor por sus personajes”.

Los principales retos de Box eran tomar la acción anticuada y estilo años sesenta de la serie original de televisión y llevarla a una concepción más basada en la realidad del siglo XXIII, y mezclar acción y personajes. “J.J. quería que fuera una grandiosa película de acción, pero también quería que todo lo que hicieran esos personajes, incluida la acción, realmente les definiera a ellos y a su relación entre ellos”, explica.

“Así que, por ejemplo, Spock tiene su propio estilo de lucha con influencias vulcanianas, que es muy fluido y directo. Nunca utiliza ni los puños ni la emoción, mientras que Kirk es un auténtico luchador callejero, una especie de camorrista inteligente que perseverará en cualquier situación y por los medios que sean necesarios”. “Tampoco se pasó por alto ningún detalle para los fans”, continúa Box. “Hicimos grandes esfuerzos para asegurarnos de que los romulanos lucharan como romulanos y los klingon como klingon, y de que todos esos pequeños matices fueran fieles al canon”.

Nero, a quien nunca antes se había visto, desarrolló su propio estilo de lucha romulana adecuado a su personaje lleno de rabia. “Eric Bana era increíble físicamente, lo que nos permitió divertirnos de verdad con Nero”, dice Box. “Eric es un completo atleta, y sus peleas son de las más emocionantes que he visto. Nero pelea en un estilo casi de lucha grecorromana, con muchas zancadillas y llaves y volteretas”.

El equipo de Box concentró también sus esfuerzos en aparejar catapultas neumáticas y tornos de alta velocidad que pudieran lanzar a los actores por los aires de manera segura pero visceral. “Había un montón de aparatos propulsores y de explosiones inmensas en esta película”, explica. “Todo formaba parte de la intención de J.J. Abrams de encontrar formas realistas para transmitir de verdad la sensación de lo que está viviendo esta tripulación con un montón de acción y aventuras”.

 

STAR TREK (2009) Regreso a la Frontera Final

 

La tripulación inaugural de la nave USS Enterprise

 

Chris Pine es James Tiberius Kirk. Aunque James T. Kirk esté destinado a convertirse en una clase de capitán de nave espacial de los que forjan su leyenda, cuando comienza “Star Trek” es un meditabundo adolescente de Iowa lleno de inteligencia y encanto y con unas tendencias rebeldes que le pueden llevar por el mal camino. Kirk primero tendrá que vencer lo que un personaje describe como “su instinto de lanzarse antes de mirar”. No obstante, cuando espía las brillantes formas de la nave USS Enterprise, en construcción en un vigilado hangar, algo se agita en su corazón y Kirk se siente embargado por la ambición de enrolarse en la Flota Estelar e intentar llegar a lo más alto según sus propias condiciones.

Esta visión de Kirk como un joven rudo y sin formar buscando su futuro antes de estar listo para asumir la responsabilidad de convertirse en un gran líder es algo que nunca antes se había visto en la pantalla. “Tuvimos la idea de que Kirk fuese una especie de rebelde sin causa nada más conocerle. Es un renegado, un inconformista, una clase de tipo impulsivo, pero básicamente está perdido. Solamente cuando ve la nave Enterprise se siente inspirado por una sensación de objetivo que altera su camino”, dice Abrams.

Para encontrar a un actor que pudiera interpretar el papel que William Shatner hizo tan inolvidable, pero que también estableciese su propio enfoque del personaje, los realizadores se embarcaron en su propia búsqueda épica. Fue al ir acercándose al final de su búsqueda cuando Chris Pine hizo la prueba, y les sorprendió.

Los papeles de Pine en varias comedias románticas y en la película de acción ‘Ases calientes’ le habían consolidado como una joven estrella a tener en cuenta, pero nadie imaginó que encajaría tan intuitivamente con la intensidad, el humor y el individualismo de Kirk. El productor ejecutivo Bryan Burk recuerda: “Chris tenía una seguridad y arrogancia asombrosas sin parecer chulo ni pretencioso. Era justo lo que queríamos, y supimos inmediatamente que habíamos encontrado a nuestro Kirk.

El productor Damon Lindelof añade: “Buscábamos a alguien que pudiera encarnar orgánicamente a Shatner sin imitar a Shatner, alguien que pudiera ser tremendamente gracioso y sin embargo entrara en el puente del Enterprise e inspirara autoridad al instante. Chris tenía todas esas cualidades”.

J.J. Abrams lo resume así: “Chris tiene el ingenio, la agudeza y el tipo atlético de Kirk, pero, lo que igualmente importante, puede ser un metepatas total y muy vulnerable. Sobre todo, estaba listo para lo que fuera, siempre comprometido y presente en el papel. Hizo a Kirk muy real, que era todo lo que queríamos”.Pine, a su vez, quedó impresionado por Abrams. “La energía que le rodeaba a él y a este proyecto era realmente tangible”, dice. “Yo estaba impaciente por formar parte de esto”.

Desde el principio, Pine comprendió que tendría que abrir su propio camino individual y tomar sólo una pizca de inspiración de lo que había hecho Shatner para convertir al personaje en un icono global. “El señor Shatner creó un personaje que es un héroe de acción y un mujeriego, y lo hizo con unas increíbles dosis de humor. Lo que me encanta de esta película es que se tiene la oportunidad de ver por qué y cómo se convirtió en el hombre que era”, dice Pine. “Fue increíblemente abrumador ponerse en la piel del señor Shatner y entrar en todo el canon de la historia Trek en películas y televisión. Todos estuvimos de acuerdo en que sería un error intentar recrear lo que él hizo. El reto era hacerlo a mi manera”.

El guión contribuyó a que su imaginación se disparara en nuevas direcciones, dice Pine. “Ya que podemos ver a Kirk cuando era joven, somos capaces de determinar de dónde proceden su energía y su pasión y por qué tiene que esforzarse por sacar el máximo partido de su potencial”.La humanidad esencial de Kirk, a menudo tan defectuosa e imprudente como poderosa y autoritaria, era lo que más a fondo quería conocer Pine.

“Kirk no es un superhéroe. Es sólo un hombre como cualquiera de nosotros, enfrentado a esos increíbles problemas que hay que resolver. Lo que le hace diferente es que siempre lucha con todas sus fuerzas y persevera hasta el final”. Pine realizó un entrenamiento físico intensivo en boxeo y artes marciales para aprender a esquivar criaturas espaciales con la destreza inimitable y la dureza callejera de Kirk. “Me entrené con nuestro increíble equipo de especialistas, y lo que lo que lo hizo aún más divertido fue que la acción es muy real. Kirk no es un tipo que gane todo el rato. Se lleva muchos golpes, pero siempre lucha como si fuera la pelea de su vida”.

Para Pine, el mayor reto estribaba quizás en reflejar correctamente su relación incómoda y sublimemente cómica con Spock. “Zach [Quinto] y yo queríamos que el público viese a Kirk y Spock como dos jóvenes muy brillantes y obstinados que están destinados a chocar toda su vida, pero que llegarán a quererse por esa misma razón”, explica.Al final, observa Pine, la química entre todo el joven reparto empezó a reflejar la de la tripulación del Enterprise. “Nos lo pasábamos increíblemente bien juntos”, dice. “Era maravilloso trabajar con Zach. John Cho, que interpreta a Sulu, es muy gracioso y tiene mucho talento, se ve un aspecto suyo totalmente nuevo en este papel.

Karl Urban (que interpreta al Dr. McCoy) y yo teníamos una gran dinámica juntos, y seguro que tiene uno de los mejores enarcados de cejas del mundo del espectáculo. Zoe Saldana aporta una mezcla de belleza e inteligencia como Uhura que es difícil de alcanzar. Simon Pegg y Anton Yelchin eran tan hilarantes como Scotty y Chekov. En conjunto, era un grupo magnífico. Nunca nos tomamos demasiado en serio, pero realmente llegamos a formar un equipo”.

Todo encajó para Pine, dice, en el momento en que entró en el plató del Puente, sabiendo que Kirk pronto estaría al mando del Enterprise. “Entrar por primera vez al plató del Puente fue uno de esos momentos en los que de repente uno se da cuenta de lo especial que es lo que estás haciendo”, reflexiona Pine. “Luego hubo otro gran momento, que fue la primera vez que me senté en la silla del capitán. Me dieron escalofríos. Fue un momento que recordaré el resto de mi vida”.

 

Zachary Quinto es Spock. Cuando la nave USS Enterprise abandona el muelle por primera vez con dirección a las estrellas, un oficial a bordo está a mundos de distancia del resto: el hombre conocido simplemente como Spock. Spock nació en el planeta Vulcano, un mundo donde las emociones se descontrolaron tanto que se prescindió para siempre de ellas en favor de la lógica pura. Sin embargo, la madre de Spock es humana, lo que hizo que Spock se criase luchando una batalla interior entre lo racional y lo instintivo.

Como dice Sarek, el padre de Spock: “Eres completamente capaz de elegir tu destino… es algo que sólo tú puedes decidir”.“Star Trek” le ofrece a los espectadores la oportunidad de ver a Spock en sus años de formación, enfrentándose a la elección entre su parte humana y su parte vulcaniana. “Spock tiene que decidir entre controlar sus emociones o asumir su humanidad, y se enfrenta a la dualidad de quién es a lo largo de toda la historia”, dice Abrams. “Me encantó la idea de este personaje intentando encontrar su sitio en el mundo”.

Al principio, admite Abrams, “no estábamos muy seguros de llegar a encontrar al hombre adecuado para interpretar a Spock, dado lo mucho que se asocia a Leonard Nimoy con el papel”. Cuando los realizadores vieron a Zachary Quinto, que es quizás más conocido por su papel en la célebre serie de televisión ‘Héroes’, se convencieron de que le habían encontrado.

“Zach tenía una inteligencia y un comedimiento que son raros en un actor joven. Fue capaz de hacer honor a lo que había hecho Nimoy sin, a mi juicio, convertirse de ningún modo en una imitación”.Quinto quería desesperadamente el papel. “Me atraía mucho el personaje de Spock”, dice, “y me encantaba la idea de revitalizar a toda la tripulación del Enterprise. Spock siempre me fascinó a causa del conflicto entre su cerebro y sus emociones y por su capacidad para mantener su ecuanimidad sin importar lo que suceda a su alrededor. En esta nueva versión, se le puede ver intentando averiguar cómo encontrar el equilibrio que le permitirá alcanzar la grandeza. El terreno común que comparte con Kirk y el resto de la tripulación es que quiere hacer del universo un lugar mejor”.

Colaborar estrechamente con Chris Pine ayudó a Quinto a extraer las emociones ocultas con las que forcejea Spock. “Chris encarna perfectamente las cualidades de Kirk”, subraya Quinto. “Con toda su arrogancia y seguridad y espontaneidad, uno puede ver realmente por qué el lógico y ordenado Spock puede llegar a pensar que es un peligroso temerario. Y creo que también se puede ver por qué al principio Kirk piensa que Spock es un pesado con las normas. Pero, a medida que la historia avanza, espero que también se vea por qué son capaces de sacar lo mejor el uno del otro”.

Quinto disfrutó también trabajando con dos otros personajes clásicos que juegan un papel fundamental en “Star Trek”: los padres bi-galácticos de Spock, su madre terrícola Amanda Grayson y su padre Sarek, el embajador vulcaniano, interpretados respectivamente por la dos veces nominada al Óscar Winona Ryder (“La edad de la inocencia”, “Mujercitas”) y el actor británico Ben Cross, famoso por su papel en la oscarizada “Carros de fuego”.

Juntos crearon una pareja de fuertes contrastes pero a la vez ricamente sofisticada. “Winona le aportó verdadera ternura al papel, y pone verdaderamente de manifiesto la yuxtaposición entre su sincera forma de ser y la lógica de Sarek”, dice Quinto. “Ben transmitía mucha energía a su alrededor. Tiene tal seguridad en sí mismo y un vínculo tal con Sarek que fui capaz de conectar inmediatamente con él”.Quinto tuvo también la emocionante ocasión de trabajar con Nimoy, el hombre que creó originalmente a Spock.

Abrams observa: “No fue una decisión fácil ni caprichosa para Leonard. En cierto modo, estaba motivada por su deseo de darle al personaje una sensación de cercanía y de pasarle el testigo a Zach. Aceptar el papel significaba mucho para él, pero al mismo tiempo, se divertía mucho con ello”.

Nimoy dice que fue su conversación con Abrams y su primera reunión con Orci y Kurtzman lo que despertó su interés. “Me pareció que entendían realmente cuáles eran las mejores cosas de ‘Star Trek,’”, dice. “Me pareció que le iban a hacer justicia a la historia y a elevar la película hasta un nivel que no habíamos sido capaces de alcanzar previamente. Los escritores habían hecho un trabajo maravilloso al captar las características de los personajes originales, y me sentí muy estimulado por todo eso”.

También se sintió impresionado por las cualidades de Abrams como director. “Hay directores que tienen talento para trabajar a gran escala con toneladas de acción, y hay directores que tienen talento para los momentos íntimos entre las personas. J.J. es único porque tiene ambos”, observa Nimoy. Entonces llegó el guión final. “Me pareció que estaba en la línea de las grandes películas de acción y aventura, una historia potente de conflictos y venganza con el futuro de toda la galaxia en juego, y al mismo tiempo, era una historia íntima de gente muy especial que se reúne por primera vez”, comenta.Nimoy reconoce que ni él ni ninguno de los que participaron en la serie original de televisión podrían haber previsto la longevidad de estos personajes.

“Sabíamos que estábamos haciendo un trabajo interesante y oportuno”, dice. “Sabíamos que estábamos haciendo algo entretenido y bien pensado, pero nadie podría haber predicho que 40 años después los personajes y el concepto estarían aún tan vivos y serían constantemente reinventados”. Le ilusionó mucho que el proceso de casting para “Star Trek” intentase tan meticulosamente mantener fresca la perspectiva sobre los personajes. “Me sentí realmente impresionado por el casting”, comenta. “Es un grupo de gente muy apropiada y con mucho talento, que refleja algunas características del reparto original a la vez que son muy contemporáneos”.

Nimoy sentía un interés especial por conocer al joven actor que iba a seguir sus pasos encarnando a Spock. “Leonard y yo pasamos bastante tiempo juntos”, dice Quinto. “Le hice un montón de preguntas, y fue muy comunicativo con su perspectiva y sus consejos. Hablamos acerca de la psicología de Spock y de lo que le pasó a Spock en el intervalo de tiempo entre nuestros dos personajes. Tiene una relación muy larga con su personaje, así que ya ha pensado en todo. Fue tremendamente amable, y sentí que era una verdadera ventaja poder colaborar tan estrechamente con él”.Bryan Burk resume: “Leonard asumió el papel de mentor de Zach, y fue una experiencia emotiva para ambos. Había una emoción tangible cuando estaban los dos en el plató”.

 

Karl Urban es el Dr. Leonard “Bones” McCoy. El doctor McCoy es un “médico de pueblo”, según su propia definición, que detesta volar pero que, a causa de ciertos problemas personales en la Tierra, se ha dedicado a ser oficial médico de la Flota Estelar. Sus métodos de curación puede que se aprovechen de lo último en tecnología médica, pero su comportamiento es muy descarado y poco sofisticado, lo que le permitirá jugar un papel esencial, aunque a menudo no se lo agradezcan, en impedir que Kirk y Spock se tomen demasiado en serio. Para asumir el papel del hombre que llegaría a ser conocido simplemente como “Bones”, interpretado en la serie original con efectos memorablemente cómicos por el difunto DeForest Kelley, los realizadores se inclinaron por Karl Urban, el actor neozelandés que destacó en la trilogía de “El Señor de los Anillos” e interpretó al asesino ruso en “El mito de Bourne”.

Su prueba causó en quienes le vieron la impresión de que era la elección perfecta para el papel del irritable y cascarrabias doctor que llegaría descaradamente a afirmar: “El espacio es enfermedad y peligro envuelto en oscuridad y silencio”, pero que irónicamente obtiene una satisfacción secreta al explorarlo.“Kart se parecía tanto a Bones que era extraño, casi espeluznante. Encarnaba literalmente al personaje original sin hacer nada que se pareciera remotamente a una impresión”, dice Abrams. “Es un tío de fuertes rasgos, sardónico y cabreado, y sin embargo uno no puede evitar quererle”.Urban quería el papel en parte porque es un fan de Trek de toda la vida. “

Tenía un montón de recuerdos entrañables de cuando veía la serie de pequeño, así que me era ya muy familiar y conocía a los personajes y sus relaciones. La prueba fue para mí una pura delicia”, recuerda.Una vez que le contrataron, comenzó a explorar quién es realmente el Dr. McCoy. “Creo que en el fondo es un humanista con un gran sentimiento de compasión, sólo que se expresa de esa manera irritada, cínica e irascible”, afirma Urban. “Cuidará de uno noche y día, pero al mismo tiempo, sus modales a la cabecera de la cama son atroces. Lo que me gusta es que Bones y Kirk y Spock se convierten en una especie de triunvirato.

Kirk es el hombre de acción. Spock se basa siempre en la lógica y la ciencia. Y Bones es como la conciencia humanista que sopesa sus impulsos iniciales y les ayuda a elegir el camino correcto”.Respecto a cómo enfocó un papel tan icónico, Urban dice: “Ciertamente, quería rendirle un gran homenaje a DeForest, porque realizó un trabajo extraordinario al hacer de Bones este personaje entrañable. Y por supuesto yo no quería ser una fotocopia. Cuando conocemos a McCoy en la película, está en un lugar muy diferente de los que hemos visto antes, porque está como huyendo de una vida arruinada.

En cierto modo, la nave Enterprise es el único sitio donde puede ir, y quería mostrar ese aspecto del personaje”.Urban ya estaba entusiasmado, pero cuando vio por primera vez el plató del Puente, su entusiasmo creció enormemente. “Me quedé flipado con el plató. Había mucha tecnología y era muy divertido, y con mucha atención a los detalles. Sentí apremio por correr por todas partes y tocar todas las palancas, las teclas y los mandos sólo para ver si funcionaban de verdad. Los realizadores llegaron a unos extremos increíbles para anclar esta aventura a la realidad, de modo que uno tiene la sensación de que podría hacer despegar la nave de verdad”.

 

Simon Pegg es Montgomery “Scotty” Scott. El exuberante y mañoso ingeniero, con un estilo desenfrenado de vida, que llegará a ser conocido como “Scotty” por su acento cadencioso, llega a bordo de una forma sorprendente que marca el tono respecto a cómo su espíritu, su humor y su destreza para encontrar una salida de cualquier lío se convierten en un apoyo para la tripulación. Repleto de brío cómico, el papel de Scotty, interpretado originalmente por James Doohan, fue para el actor, comediante y director británico Simon Pegg.

Los realizadores de “Star Trek” le tenían en mente desde el principio gracias a sus inolvidablemente cómicos papeles en las célebres comedias británicas “Zombies party” y “Arma fatal”.“Éramos fans de Simon desde ‘Zombies party’, y es uno de los tipos más graciosos que conocemos, lo que le hacía perfecto para Scotty”, dice Bryan Burk.Cuando Abrams le preguntó a Pegg si quería el papel, el actor al principio se sintió demasiado abrumado como para aceptarlo. “Simon me escribió un correo electrónico y me dijo: ‘No sé si podré hacerlo, es demasiado grande’”, recuerda Abrams. Luego me volvió a escribir diciendo: ‘Espera, deja que me lo piense un poco’. Y por fortuna para nosotros, en seguida dijo que sí”.P

ara Pegg, la presión procedía de sus recuerdos de infancia cuando veía con sobrecogimiento la serie original de televisión. “Es una cosa curiosa interpretar a un personaje al que se conoce desde la infancia”, observa, “sobre todo porque James Doohan realizó una caracterización magnífica de Scotty.

En cierto modo, era un personaje bastante complejo. Por una parte, tenía una faceta más ligera, pero por la otra era peleón y bebedor, y era también responsable de las partes más geniales del Enterprise: la sala de máquinas y la sala de transporte. Su función es legendaria, así que era algo que había que captar”.

A Pegg le complació comprobar que el enfoque iba a ser cualquier cosa menos irónico. “Me encanta que el guión permita a cada uno de los personajes decir frases que les hicieron famosos sin que haya una sensación como de, ‘¡huy, mira, qué gracioso es esto!’. Cada personaje tiene su ocasión de ser icónico, pero nunca a expensas de la historia”.Cuando el público conoce a Scotty, está viviendo una especie de exilio en el planeta Delta Vega. “Es una oportunidad estupenda para ver a Scotty en una situación en la que nunca antes se le había visto, en la que está como perdido y borracho y no tiene ni idea de que está predestinado a convertirse en un gran inventor en la historia de la Flota Estelar”, observa Pegg. “Fue muy divertido explorar esa fase de su vida”.

 

 

Zoe Saldana es Uhura. La brillante y bella políglota conocida como Uhura aporta sus excepcionales cualidades para escuchar e interpretar en su vital trabajo como oficial de comunicaciones de la nave Enterprise. Uhura fue un personaje innovador en la serie original de televisión. Interpretada por Nichelle Nichols, se convirtió en uno de los primeros personajes importantes afroamericanos de la televisión, y en uno de los participantes en el primer beso interracial de la televisión norteamericana.

Para recoger su testigo, la búsqueda de los realizadores les llevó hasta Zoe Saldana, la actriz de origen puertorriqueño y dominicano que se hizo famosa como la pirata Anamaría en el moderno clásico de aventuras “Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra”. Fue el poder de su presencia lo que la hizo apropiada para el papel, dice J.J. Abrams. “Zoe es guapísima, con esos grandes ojos que le dejan a uno muerto, pero también es dura.

Me encantó la dicotomía entre su suave feminidad y su fuerte confianza en sí misma. Era muy apropiado para Uhura”.Cuando revisó las series, a Saldana le conmovió sobre todo el papel de Uhura en la serie original. “No sólo era una afroamericana, sino también la única mujer en una cabina llena de hombres, y ocupaba un puesto muy alto”, observa.

“El personaje y Nichelle fueron unas auténticas pioneras para todo tipo de mujeres en Hollywood, no sólo para las mujeres de color, y me pareció que era un gran honor poder retomar este papel”. Saldana continúa: “Tenía la oportunidad de regresar al principio, y de pensar realmente en quién era Uhura y en cómo fue capaz de mantenerse en el Enterprise. La veía más bien como una luchadora, como alguien que nunca se permitía relajarse porque sabía que siempre iba a tener que ser mejor que todos los que la rodeaban”.

 

John Cho es Sulu. Ejerciendo como piloto en el vuelo inaugural de la nave USS Enterprise está Sulu, uno de los oficiales más experimentados de a bordo, un hombre renacentista cuyas cualidades abarcan desde una gran destreza como piloto hasta la física avanzada y la esgrima, todas las cuales entran en juego en su primera misión con la rejuvenecida tripulación.

Sulu fue interpretado originalmente por George Takei, que se convirtió en un héroe para los asiático-americanos por representar en televisión una cara tan positiva e impresionante para los asiático-americanos. Abrams vio cualidades semejantes en John Cho, el actor de origen coreano famoso por sus papeles en las exitosas series de “American Pie” y “Harold y Kumar”. Dice Abrams: “John me recuerda mucho a George Takei por la manera en que le aporta tanta fuerza y personalidad al papel. Le preocupaba mucho hacer que Sulu fuera real”. Cho se sintió honrado por seguir los pasos de Takei.

“Como asiático-americano, Sulu era una imagen pionera para mí”, dice. “Entonces había muy pocos papeles para asiático-americanos que no fueran de artes marciales o de especialistas, y el tenía ese papel tan ejemplar en una serie destacada interpretando a una persona que tenía muchas aficiones y cualidades. Para mí, suponía un auténtico sueño formar parte de esta nueva aventura”.

Mientras se preparaba para el papel, Cho tuvo ocasión de conocer a Takei. “Le dije: ‘George, estoy un poco nervioso por merme en tu pellejo y ser visto como el nuevo George Takei’, y él, con su característico estilo gentil, me dijo: ‘No te preocupes, pronto todos dirán de mí que soy el antiguo John Cho’. Fue de gran utilidad para mí”.

 

 

Bruce Greenwood es el Capitán Pike. Legendario primer capitán de la nave Enterprise, el capitán Pike apareció solamente en tres episodios de la serie original de TV, interpretado primero por Jeffrey Hunter y luego por Sean Kenney. Visto por primera vez en profundidad, ahora está interpretado por Bruce Greenwood, el actor canadiense cuyos papeles abarcan desde el presidente John F. Kennedy en “Trece días” hasta un antiguo héroe del surf en la poco convencional serie de HBO “John from Cincinnati”. “Bruce era la figura paterna perfecta para Kirk”, dice Abrams. “Tiene una presencia muy fuerte, adulta y convincente, que se nota en seguida cuando Pike abandona la nave. Provoca un auténtico cambio en la energía”.

Fue el guión lo que atrajo a Greenwood. “Me encantó la forma en que los escritores habían explorado a los personajes”, dice. “Es un viaje a las motivaciones de Kirk y Spock y a sus conflictos internos, y me pareció que estaba llena de un tremendo dramatismo”. Una vez que estuvo en el plató, se sintió embargado por la emoción al vivir la estimulante experiencia de sentarse en el famoso sillón del capitán. “Sentarse ahí fue una sensación muy especial”, admite Greenwood. “Fue como, ‘¡vaya, ésta es realmente la película, tío!’. Pero también me hizo pensar más en la naturaleza de la autoridad y en lo que significa estar en el puente de mando, y en si la naturaleza del liderazgo sería diferente dentro de 200 años”.

Parte del liderazgo de Greenwood resulta ser su profundo efecto sobre James Kirk, a quien inspira para que se convierta en un cadete de la Academia de la Flota Estelar al desafiarle a que desarrolle el potencial frustrado de su padre. “Siempre me han gustado las historias de padres e hijos, y hay algo de eso entre Pike y Kirk”, dice el actor. “Todos los hijos quieren evitar los errores de su padre, y cuando Pike acude a Kirk y le dice: ‘Te desafío a que lo hagas mejor’, eso es lo que realmente le llega dentro. En cuanto a Pike, ve algo notable en Kirk y está deseando darle una oportunidad, ¡incluso aunque Kirk le de numerosas ocasiones para lamentarlo!”

 

Anton Yelchin es Chekov. Pavel Andreievich Chekov es el oficial más joven a bordo de la nave USS Enterprise, un niño prodigio ruso y un maestro del ajedrez que es aún un adolescente cuando se embarca en una aventura más allá de sus sueños más desenfrenados. Interpretado originalmente por Walter Koenig en mitad de la guerra fría, la mera presencia de Chekov en la nave Enterprise sugería un época en la que todas las naciones podrían vivir unidas y cooperando. También representaba el descaro y la ingenuidad de un joven enfrentándose a sucesos increíbles y haciéndose adulto en el espacio.

Para aportarle un realismo moderno a Chekov, los realizadores buscaban a un actor que no sólo tuviera la inteligencia y la personalidad, sino también un auténtico origen ruso para encajar con el personaje. Encontraron esa mezcla exacta en Anton Yelchin, quien nació en Leningrado pero se ha convertido en un destacado actor joven, con papeles en ‘Delitos menores’, ‘Alpha Dog’, ‘Charlie Bartlett’ y la película de inminente estreno ‘Terminator Salvation’. “Anton tiene las cualidades de un maestro ruso del ajedrez, pero también es encantador.

Uno no puede evitar caer bajo su hechizo”, observa Abrams. Yelchin llegó de nuevas al papel, no habiendo visto nunca la serie de televisión. Solamente después se sentó a ver todos y cada uno de los episodios. “Me lo pasé de fábula viéndolos”, recuerda. “Lo que me encantaba de Chekov en la serie original es que es el miembro más raro de la tripulación, una mezcla de estereotipo de la Guerra Fría y de Davey Jones. Tiene un vigor juvenil y a menudo es la válvula de escape cómica, pero en nuestra película también tiene matices. Es el más joven y a veces el más tímido, y sin embargo es un genio. Me divertí encontrando toques especiales que quería añadirle”.

Para meterse en el papel, Yelchin se reunió con Walter Koenig, quien forjó el personaje cuatro décadas antes. “Walter me dijo que, para hacer grande a un personaje, uno tiene que hacerlo suyo. Ese es el enfoque que también adoptó J.J. e influyó en todas las cosas de la película, desde el vestuario hasta nuestras interpretaciones. J.J. tomó todos los elementos más fuertes del pasado y los mezcló con su propia visión épica”.

 

 

Luces, Cámara, Cosmos

Uno de los temas eternamente atrayentes de “Star Trek” es cómo los seres humanos le echan optimismo, ingenio y pasión al enfrentarse a problemas aparentemente irresolubles. La producción se tomó muy en serio esos preceptos. Por asombroso que parezca, las escenas épicas que reflejan el espacio a años luz de distancia de la Tierra fueron rodadas casi por completo en el sur de California, y principalmente no en platós, sino en localizaciones reales, lo que significa que el equipo emprendió unas metamorfosis tan totales como convertir una fábrica de cervezas en una Sala de Máquinas, y el parking de un estadio de béisbol en un desolado planeta de hielo. Así es como lo quería J.J. Abrams, siempre espoleado por su imaginación.

“En Star Trek’ suceden una gran cantidad de cosas casi inimaginables para nosotros, así que quería que siempre pareciera tan real como fuera posible, tanto emocional como físicamente”, dice. “No quería que todo fuera a base de pantallas verdes e imágenes generadas por ordenador. Quería construir tanto como fuera posible, lo que implicaba un proceso realmente complicado que suponía muchas conversaciones acerca de cada detalle, desde el aspecto de la interfaz del salpicadero de un coche del siglo XXIII hasta cómo dispara una nave contra otra”.

Como el capitán de una nave, Abrams se rodeó de gente que ya se había ganado su confianza: el director de fotografía Dan Mindel (de “MI:3”); los editores Maryann Brandon y Mary Jo Markey (de “MI:3” y “Alias”), el director artístico Scott Chambliss (“MI:3,” “Alias”), y un recién llegado al equipo, el diseñador de vestuario Michael Kaplan (“Soy una leyenda”, “Miami Vice”, “El señor y la señora Smith”).

También de “MI 3” y volviendo a formar equipo con Abrams estaba Roger Guyett, de Industrial Light & Magic, que también ha ejercido de supervisor de efectos especiales en varias de las mayores películas de aventuras de los últimos años, incluida la serie de “Piratas del Caribe”, “La Guerra de las Galaxias: Episodio 3” y varias de las películas de “Harry Potter”. Guyett también asumió el papel de director de la segunda unidad. Chernov continúa: “La filosofía de J.J. era muy importante y yo la compartía enteramente, y era reunir a un grupo de gente lo más creativa posible que se pueda encontrar y dejarles hacer su trabajo, animándoles siempre a ir más lejos y a sugerir más ideas. Ese espíritu era contagioso en este plató”.

El director de fotografía Dan Mindel dice: “Lo estupendo de la forma en que rodamos ‘Star Trek’ es que estábamos continuamente aprendiendo de lo que habíamos hecho la semana anterior y elevando el nivel de la producción”. Tras muchos debates, se tomó la decisión de rodar “Star Trek” en pantalla ancha anamórfica. “Todos queríamos que esta película pareciese tan enorme como el propio espacio, y la pantalla ancha nos ofrecía esa sensación expansiva y cinemática que ‘Trek’ nunca había tenido antes. Siempre he creído que en las películas debería tratarse de crear una ilusión completa.

Hay algo mágico en lo que hemos hecho: hacer que los efectos sean muy orgánicos y utilizar fotografía analógica para hacer una película del espacio de última tecnología”, dice Mindel. Los fans de anteriores películas de “Star Trek” van a tener sin duda una experiencia nueva. “Esta ‘Star Trek’ tiene el toque de J.J.”, dice Mindel. “La forma en que la abordamos fue que el espectador es la cámara, y la cámara nunca está quieta, lo que produce una sensación de aventura constante, exactamente lo que se sentiría si se estuviera en la nave Enterprise a años de luz de casa”.

Xavier Sastre
the authorXavier Sastre
Director en AudioVideoHD.com

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