Artículo de Alex Puig CEO y cofundador de Caelum Labs.
Francia ha sido el último país en imponer el pasaporte sanitario a sus ciudadanos. Una medida que desde hoy mismo ha entrado en vigor y que miles de franceses criticaron al considerarlo una nueva forma de “dictadura sanitaria”. Es sin duda una decisión que genera mucha controversia en toda Europa y que deja en el aire cuestiones tan importantes como la libertad de decisión, la igualdad de condiciones o el control de los gobiernos. ¿Qué pasa si aún no te has vacunado, no has pasado la covid y no quieres pagar por una PCR? No podrás acceder a restaurantes, bares, centros comerciales, hospitales, aviones y trenes.
Es posible que muchos no se acuerden, pero una polémica similar se vivió con la implantación del pasaporte que hoy en día utilizamos con tanta naturalidad. Cuando se creó este documento, muchos países estaban en contra ya que existía discriminación e incluso restricción de movimientos. Dependiendo de tu país de origen, un pasaporte puede garantizar un gran privilegio o un sufrimiento extremo. Sin embargo, a pesar de las reticencias se acabó implantando el pasaporte ¿por qué? porque los países que estaban en contra no podían permitirse no tener pasaporte ya que sus ciudadanos quedarían aislados. Esto mismo puede suceder con el pasaporte sanitario.
Privacidad en las apps de pasaporte sanitario
Si finalmente el uso del pasaporte sanitario se convierte en obligatorio para viajar entre países, será necesario debatir sobre aquellos mecanismos que permitan garantizar la privacidad de los ciudadanos. Por ejemplo, para saber si cumplo con los requisitos para entrar en otro país ¿es necesario compartir toda mi información personal? ¿Cómo gestionan los países dicha información? ¿Durante cuánto tiempo? Y es que los ciudadanos hemos perdido el control de nuestros datos. Si te preguntan dónde están tus datos personales a nivel digital seguro que no sabrías decirme en cuántas plataformas estás dado de alta, quién tiene acceso a tus password, cuántas veces has dado tu tarjeta de crédito o tu nombre y apellidos…
La tecnología actual nos ofrece alternativas para poner los datos personales en manos del usuario. En este sentido, la identidad digital soberana nos permitiría navegar de forma segura por internet, evitar el robo de identidades, eficientar nuestras relaciones y tener el control de nuestros datos ya que sólo nos pertenecen a nosotros. La Identidad Digital Soberana se basa en credenciales, lo que en el caso del pasaporte sanitario nos permitiría demostrar que somos “free covid” sin tener que enseñar nuestro DNI con toda nuestra información privada.
La combinación de la Identidad Digital Soberana con criptografía de último nivel, como las Pruebas de Conocimiento Cero, o Zero Knowledge Proof (ZKP), nos permitirían minimizar la trazabilidad de nuestros movimientos tanto online como en el mundo físico. Por ejemplo, podríamos demostrar la posesión de una tarjeta de embarque, la pertenencia a la Comunidad Europea (sin especificar el país) y una prueba de salud, que podría ser una vacuna, un PCR o un test de otro tipo, sin dar nuestro nombre ni edad. Es más, podríamos demostrar la capacidad de acceso a un recinto en días diferentes sin que se puedan ligar dichas visitas, lo que protege la privacidad personal y la libertad individual.
Actualmente, soluciones como la de Caelum pueden proteger la privacidad de los ciudadanos, descentralizando la información de los mismos (los certificados) y mejorando la seguridad a través del uso de Pruebas de conocimiento cero o ZKP que se trata de un protocolo criptográfico que establece un método para que una de las partes pruebe a otra que una declaración es cierta, sin revelar nada más que la veracidad de la declaración.
Quizá cuando leas estas líneas pienses que el compartir tanta información personal no es importante sin embargo, es vital ya que muchas veces la pérdida de nuestros datos privados es sinónimo de control tanto por parte de gobiernos como de empresas privadas. Por tanto, si finalmente se implanta el pasaporte sanitario al menos exijamos que nuestra privacidad esté garantizada, algo que por el momento no está sucediendo.
